Red Mentores UST

EL DILEMA DEL EMPRENDEDOR

Autor: Darío Poblete Herrera.
Director Ejecutivo
Design Thinking Chile
MENTOR RED MENTORES UST

Los últimos dos años, nuestro país ha debido enfrentar lo que he llamado la “trilogía perfecta”, estallido social (18O), pandemia COVID19, y por consiguiente, la aceleración de una transformación digital que ha penetrado en diversas actividades económicas de nuestra vida diaria.

De lo anterior, sin duda los diagnósticos y análisis son innumerables, pero una de las principales consecuencias ha sido la gran cantidad de nuevos emprendimientos que se han generado de manera transversal a nivel nacional. Los datos del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo dan cuenta de la creación de 158.586 nuevas empresas y sociedades durante el 2020, un alza del 14,4% respecto del año 2019, representando la mayor alza en seis años (2014 fue de 15,2%). En primera instancia, podríamos considerar que ha sido una respuesta natural a la necesidad de la población de mantener una fuente de ingresos por pérdida fuentes laborales, y el mayor acceso a tecnologías que permiten comercializar bienes y servicios de manera remota, identificando a mi juicio, tres fuentes principales de emprendedoras y emprendedores:

1.- Alumnos en último año de su formación profesional (técnicos o carreras tradicionales), los cuales han dejado atrás el paradigma de “trabajar en una gran empresa”, y están motivados en generar su propio negocio, habitualmente relacionado con tecnología o economía circular.

2.- Trabajadores con algunos años de experiencia, profesionales o no, que han perdido su fuente laboral producto de la mencionada “trilogía perfecta” mencionada anteriormente.

3.- Un grupo que está entrando con mayor fuerza, los mayores de 50 años, con cierto nivel de recursos, inclusive trabajando, pero que están pensando o iniciando el “plan B” que los llevará a ser “su propio jefe” los próximos 15 o 20 años.

Pareciera ser muy prometedor entonces, la gran cantidad de posibles nuevos servicios y productos que darían un impulso adicional a nuestro país en materia económica e innovación, sin embargo, existe una estadística transversal que resalta los resultados a la fecha, el 70 a 80% (dependiendo de la fuente) de los nuevos emprendimientos fracasa antes del tercer año de vida. Explicaciones son variadas, pero vale la pena analizar en dicho escenario un modelo que he llamado el “Dilema del Emprendedor” (Technology Ventures: From Idea to Enterprise, Thomas Byers).

Red Mentores UST

Una Primera Etapa, corresponde a Reconocer la Oportunidad, y es el origen del emprendimiento, ésta se sustenta en la generación de la idea, innovación, modificación o simplemente el replicar una oferta ya existente. En sí es todo
un desafío, ya que considera en muchos casos una visión que excluye los problemas del cliente o sus necesidades reales, y más bien son una aspiración voluntariosa del emprendedor, aumentando su riesgo de fracaso a futuro. Para ello, por cierto, existen herramientas y metodologías ágiles como fuentes en generación de valor, las cuales vale la pena aplicar para disminuir dicho fracaso (“Scrum”, “Design Thinking”, Investigación de mercado, “Brainstorming”, entre otras). Sin embargo, no basta con generar el Producto o Servicio, éste debe cruzar la “brecha” que conduce al Mercado, y es aquí donde el Modelo de Negocio se hace imprescindible para determinar con claridad la Propuesta de Valor, Modelo de Ganancia y la Lógica del Negocio, concepto éste último fundamental para generar un ciclo de crecimiento virtuoso que convierta a los clientes en vuestrospropios vendedores (el llamado “boca a boca”). Marketing Digital, tecnología devanguardia, y una correcta definición del cliente objetivo (“buyer” persona) son elementos fundamentales para el éxito futuro en este componente.

No obstante lo mencionado, y lo exigente que puede llegar a ser la Primera, debemos continuar con la Búsqueda de la Oportunidad, ejemplificada en la Segunda Etapa. Es aquí donde debo conformar el equipo que acompañará la visión del negocio del emprendedor, teniendo en cuenta los escasos recursos para sueldos de mercado, lo cual es posible reemplazar con una participación de la sociedad, considerando siempre que lo crucial no es el “pedazo de la torta” sino el tamaño total de la misma a futuro. Finalmente, es fundamental determinar las necesidades de Recursos y Capital requeridos para la operación, en donde el principal objetivo es calcular el monto de la inversión y capital de trabajo requeridos para el proyecto, y sobre todo, para qué serán utilizados, variable fundamental sobre todo al presentar la iniciativa ante un panel de inversionistas.

Por supuesto el riesgo en un emprendimiento siempre será inherente al mismo, pero considerando todo lo que está en juego, vale la pena destinar parte de la inversión inicial o recursos en su etapa temprana, para capacitación o el acompañamiento de un Mentor con experiencia, que permita disminuir éste 70 u 80% de fracaso, el cual hemos perpetuado y aceptado de manera tan natural paranuevas iniciativas y emprendimientos.

Éxito!.

Darío Poblete Herrera.
Mentor Red Mentores UST

Director Ejecutivo.
Design Thinking Chile.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *